Buscar:

∣ Actualizado hoy a las 15:06

Síguenos:  Facebook   Whatsapp

∣ Actualizado hoy a las 15:06

Síguenos:  Facebook   Whatsapp

México y la cultura de los mercados "sobreruedas"

Los tianguis son una opción para la economía circular y sostenible además de un punto de encuentro de la modernidad con la tradición

"Los Globos" son los más populares pero también en la calle Séptima del centro, Valle Verde, colonia 89 y Pórticos del Mar se pueden hallar tianguis. - Foto: Cortesía.

Casi en cualquier rincón de México puede encontrarse algún "sobreruedas", mejor conocidos como tianguis. Por su naturaleza itinerante se pueden hallarse ciertos días y horarios en distintos puntos de la ciudad, y a pesar de la implementacion de 'marketplace' de facebook y otras redes comerciales, estos puntos de venta son una experiencia y de encuentro de importancia dentro de la economía de las ciudades.

La ciudad de México como es lógico tiene algunos de los tianguis más grandes del mundo, son como ciudades dentro de las ciudades, donde caminar por los pasillos entre letreros de ofertas, se pueden encontrar todo tipo de personas que buscan productos. En estos lugares, a veces peligrosos puede conseguirse los que sea, así, con todas las letras, lo que sea.

Aunque los famosos tianguis se han mantenido casi sin cambio al paso de los años, fue en la decada de los sesentas del siglo pasado cuándo el Gobierno de México decidió que el 21 de diciembre de 1969 se establecería el concepto de Mercado Sobreruedas.

La idea era poder establecer un punto de encuentro entre los productores de alimentos y los consumidores, para eliminar a los intermediarios con el fin de ofrecer productos a precios mucho más bajos que si las personas compraran los productos en otros sitios, como los supermercados.

Si alguien visita la ciudad de Estocolmo en Europa por ejemplo, si se busca bien se puede econtrar uno de estos mercados donde venden productos mexicanos, hacia dónde se establece el mexicano, allá forma una comunidad y lleva sus tianguis. En casi cualquier otra ciudad grande del mundo sucede lo mismo.

Los sobreruedas son esenciales de la vida cotidiana de miles de personas, una tradición arraigada y un hábito de consumo. A nivel local el tianguis por excelencia es "Los Globos", pero también tiene un peso en la tradición el tianguis de la calle Séptima entre Gastelum y Riveroll, los fines de semana, pero todavía mas focalizados se pueden hallar tianguis Valle Verde, en la colonia 89 o en Pórticos del Mar que también tienen su popularidad.

En todos los sobreruedas es común encontrar artículos para el hogar, de uso personal, juguetes de todo tipo, ropa, hasta antigüedades y verdaderas obras de arte.

Además, también cuenta con puestos de comida que sirven una gran variedad de comidas, como carnitas y chicharrones, birria, pizzas, aguas frescas, tamales. Así como en otros países encuentras dulces, comidas y productos mexicanos en los tianguis y sobrerruedas se pueden encontrar productos hasta platillos tradicionales de otros países.

Los tianguis de la frontera, sobre todo los de Tijuana, y también en los de Ensenada pueden hallarse todo tipo de productos estadounideses, y ropa de segunda mano. Los sobreruedas han encontrado en estos últimos años desde la pandemia un competidor muy fuerte que son los establecimientos de saldos, pero esos son otra historia.

Estos mercados al aire libre son más viejos de lo que se cree

El concepto no fue inventado en México hace 60 o 70 años, lo cierto es que el tianguis tiene cientos incluso miles de años. Es una tradición arraigada profundamente en México, el mercado al aire libre tiene orígenes prehispánicos, la misma palabra proviene del náhuatl "tianquiztli", que significa mercado.

Al visitar Teotihuacan los turistas pueden ver las enormes explanadas a la vista de las pirámides y casi puede escuchar en el ambiente las voces en dialectos distintos vendiendo productos

Tianguis Prehispanico
El tianguis es una tradición en México desde antes de la llegada de los españoles.
Foto:Cortesía.

Ya desde esos tiempos el tianguis era un lugar de encuentro para diversas culturas, y muchos años antes de la llegada de los españoles eran punto de abastecimiento de bienes esenciales para la vida cotidiana, si bien la organización de los tianguis era responsabilidad de los gobernadores de las ciudades la misma gente era la que realizaba la logística.

En la actualidad los tianguis se ubican de manera semifija en calles y plazas, con horarios y días específicos según la costumbre local.

Además de alimentos frescos hasta ropa, electrodomésticos y otros bienes, estos establecimientos móviles se han adaptado a las necesidades modernas, incluyendo el uso de tecnologías como el pago con tarjeta en algunos casos, y la implementación de medidas para reducir el impacto ambiental, como la eliminación de bolsas de plástico.

Los tianguis son y seguirán siendo una parte importante de la identidad cultural de México, representando una tradición ancestral que ha perdurado a través del tiempo, ofrecen una alternativa al comercio formal o cadenas de mercados, nacionales y trasnacionales, permitiendo a los consumidores acceder a productos frescos y a precios más accesibles.

Además de que son espacios donde se preservan y transmiten conocimientos, tradiciones y costumbres, son un espacio ideal para la economía circular y sostenible pues están llenos de saldos, pacas de ropa en buenas condiciones y diversos artículos de segunda.

La venta de productos usados o seminuevos, permite extender el ciclo de vida de objetos que de otra forma irían a parar a la basura, lo que fomentando un consumo responsable con la reutilización y la reducción de residuos.

Aunque la queja principal de los consumidores de tianguis es que con tendencia global los precios de

los productos alcanzan y muchas veces superan a los de las cadenas de tiendas nacionales y trasnacionales, no dejan de ser una opción para lugares donde las súpertiendas no llegan.

La experiencia de comprar en los tianguis forma una parte integral de la experiencia y cultura de ser mexicano.

MERCADO NEGRO

Por: Nemo
Hace 10 meses
(o)
176741

¿Y el ferry A’pá?

Se acabó el 2024 y ni las luces de uno de los proyectos más cacareados por el gobierno estatal, concretamente la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y el secretario de Economía e Innovación (SEI), Kurt Ignacio Honold, el de que Ensenada cuente con su ferry.

Siendo justos, la responsabilidad no recae precisamente en ellos, sino en el concesionario, que hasta donde ha sido difundido corresponde a Azteca Ferries, empresa que a la fecha sigue sin publicar en su página de internet las tarifas para el viaje Ensenada-San Diego. Únicamente los horarios, pero esto y nada, es lo mismo.

...

Recordemos que Kurt Ignacio Honold declaró a principios de junio, en una visita al Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada (CCEE), encabezado por Marco Antonio Estudillo, que el ferry estaría dentro de cinco meses, es decir, por ahí de octubre, pero pasan los meses y ni la proa del ferry se alcanza a ver en el horizonte. Es una lástima, pues ha generado mucha expectativa entre residentes y visitantes de Ensenada.

Operativo Sucio

Pues le cayó el chahuistle a un par de bodegones de venta de productos asiáticos, tras la llegada del “Operativo Limpieza”, que dejó más dudas que respuestas sobre estas acciones del gobierno federal y estatal, concretamente.

Primero, lo que nunca, o no al menos en épocas recientes: dejar pasar a la prensa para que grabara prácticamente todo, hasta el tiradero que dejaron los funcionarios federales al momento de estar decomisando la mercancía de presunto contrabando al interior de las tiendas.

Por fuera, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, convocó a rueda de prensa para celebrar el aparatoso despliegue en el que desfilaron, digo, participaron la Guardia Nacional, Defensa, Marina, FESC y hasta el IMOS, para casi casi poner las esposas a un montón de prendas femeninas, cremas y juguetes de origen chino.

En este tiradero, digo, operativo cuidadosamente planeado y que aún le faltan, según amenazan, digo, anuncian las autoridades, llamó la atención que guardaron silencio el sector empresarial de Ensenada, como Marco Estudillo o Héctor Contreras Luengas, a quienes les encanta decir que el empresariado debidamente formal sí paga impuestos, en lugar de esta competencia desleal que operaba impune en el puerto.

Tampoco mandó algún comunicado la alcaldesa Claudia Agatón Muñiz, ni para felicitar los “resultados”.

Hay preguntas: ¿quién permitió la construcción de las naves industriales y permitió la venta? ¿Cómo que no sabían? ¿Cómo que lo hicieron frente a ellos? Pero quien sabe, capaz que todas las preguntas, como los caminos, conducen al Senado.

El robo de urnas: ya olvidado

Un caso que generó impacto y sacó de onda a más de uno, mientras que a otros ni les sorprendió, fue el robo de urnas registrados en una colonia tradicionalmente panista del puerto de Ensenada, en lo tocante a las elecciones federales del pasado 2 de junio.

Uno de los involucrados fue vinculado a proceso y otro murió en el Issstecali, debido al accidente sufrido cuando intentaban escapar. Esto es lo que llama la atención: ¿por qué fue internado ahí? En todo caso estaba la clínica del mismo Sauzal, o la 32 y el 8 del IMSS, más cerca en el recorrido, pero no, fue llevado a este sitio del orden estatal. Eso quiere decir ¿era maestro, funcionario menor o algún tipo de servidor público de bajo perfil? ¿Lo sabremos algún día?

Mercado Negro es una columna de opinión de Zona Norte Noticias. Sus comentarios los podrá hacer llegar al siguiente correo electrónico: znortemedios@gmail.com

Editorial
La reforma judicial: sin pueblo no hay justicia
2025-06-02 17:35:47
...
...

El origen de la reforma judicial fue uno de los principales objetivos —por no decir caprichos— del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Aún es demasiado pronto para decir si fue exitosa o no, pero ha fallado justo donde más esperanzas habían depositado sus impulsores: la participación popular.

Más información...

Solo el 13 por ciento del padrón electoral acudió a votar. Se abre así un panorama inédito, para el cual no existe manual ni guía clara de qué sigue.

Hay una razón por la cual López Obrador no pudo avanzar en su primer intento de reforma: no tenía la mayoría suficiente en el Congreso. Le tomó todo un sexenio lograr ese control legislativo que, al final, permitió la aprobación exprés. Aun así, la reforma se saltó pasos fundamentales: la deliberación, el consenso y, sobre todo, la incorporación de críticas de juristas, académicos y actores clave del Poder Judicial.

Cabe recordar que esta controvertida reforma avanzó gracias al triunfo aplastante de Claudia Sheinbaum y a la traición del priista Miguel Ángel Yunes en los últimos momentos del sexenio. Solo así fue posible sostener este proyecto político, que continuó entre huelgas y paros dentro del sistema judicial.

Durante todo el proceso, no hubo un verdadero debate público que explicara a la ciudadanía de qué trataba la reforma, por qué era necesaria, y cómo el sistema judicial mexicano está viciado: jueces que operan bajo amenazas o sobornos, más del 90 por ciento de los delitos impunes, y miles de personas inocentes en prisión preventiva o esperando una sentencia que no llega.

Eso faltó: involucrar a la ciudadanía. Y ahora, lo que falló fue precisamente la participación ciudadana.

El mensaje es claro para México: la voluntad del pueblo no puede reducirse al 13 por ciento del electorado. Lo que sigue ahora es evitar que esta transformación derive en una crisis mayor en la impartición de justicia, que comprometa la autonomía del Poder Judicial y lo convierta en un instrumento político. De ser así, México habrá perdido la justicia en nombre de la democracia.