Encuadre

Y mientras, muchas de las bardas con propaganda de Morena ahí siguen. - Colaboración.
La primer semana después de las elecciones en el municipio de Ensenada desapareció como por arte de magia toda la publicidad de Ivan Nolasco, Xóchith Galvez y los demás candidatos que contendieron por la oposición en la elección más grande de la historia del México.
Curiosamente y por casualidad la publicidad de Armando Ayala, Julieta Ramírez, incluso alguna de Claudia Sheinbaum y demás candidatos del partido en el poder, Morena, siguen en lonas en cercos y bardas, al lado e incluso en muros pintados de blanco donde estuvo la demás propaganda política.
Es de suponer que a todo lo largo y ancho de la república sucedió lo mismo, cualquier dejo de posicionamiento de la oposicón en el gobierno es borrada, la campaña para las próximas elecciones de Morena no se ha detenido mientras los demás partidos luchan por mantenerse a flote.
La continuidad de la campaña de promoción al color del partido con recursos públicos desde el Estado y municipios, tanto para cambiar la papelería, placas de vehículos, y hasta el color de los billetes a nivel federal es un abuso al criterio del ciudadano.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos garantiza un gobierno imparcial, como lo establece en el artículo 134, párrafo séptimo, "Los servidores públicos de la Federación, de las entidades federativas y de los municipios, así como de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos."
Incluso ya desde el gobierno municipal y los estados la maquinaria ha teñido los estados de color marrón, incluso las instituciones que manejan el agua, por tratarse del color azul ahora son café y marrón.
Utilizar los recursos públicos de manera parcial para promover los colores del partido es claramente una violación a ese artículo y debe haber sanciones. Incluso utilizar pintura comprada con recursos públicos para borrar la propaganda contraria debe ser por ley ilegal.
Por otro lado los partidos de oposición ya tendrían que estar trabajando en lo mismo, hallar la forma de cerrar la campaña del color marrón desde todos los niveles de gobierno y de instituciones, tumbar todos los restos de publicidad de la campaña pasada, y dejar los muros de la ciudad blancos, de un color imparcial. Y sobre todo pugnar porque el color institucional de Ensenada sea gris, azul claro o blanco y no marrón.
También, mantener abiertos sus espacios en medios de comunicación y redes sociales, retomar sus valores tradicionales que los llevaron alguna vez a ganar, usar esas mismas fórmulas y empezar a proyectar la imagen de los candidatos a los puestos de la siguiente elección.
De otra forma México podría estar entrando una racha de otros 70 años de hegemonía de un mismo partido en el poder.
La alternancia brinda oportunidad de corregir o de mantener el rumbo correcto en las políticas nacionales, implica también un ejercicio de libertad y de equilibrio, también un ejercicio del verdadero poder de decisión por parte de los ciudadanos.